España y los españoles no estamos bien. Estamos atravesando una de las mayores crisis de nuestra historia. Y no me refiero a la económica, que casi es lo de menos, sino a la moral. La crisis económica, al margen de especulaciones y altas finanzas internacionales que nadie comprende, es la consecuencia más visible de esta crisis de valores o moral por la que España y todo Occidente atraviesa. Pero a mi me importa España que, además, adolece de otros problemas particulares.
Están intentando, entre unos y otros, arruinarnos económicamente y destruirnos como nación y como pueblo. Los estafadores, pues eso es lo que son, de los banqueros y financieros con su liberalismo económico y su mudialización, no generan riqueza ni promocionan valores como el esfuerzo personal, la autosuperación o la excelencia, como repiten hasta la saciedad y tanto nos quieren hacer creer. Lo que verdaderamente promocionan es la política del pelotazo, estafar a los verdaderos trabajadores de este pais y quitarles el fruto del sudor de su frente para enriquecerse, más todavía, vilmente. Pero por desgracia, esto no sólo ocurre en España, también en todo el mundo occidental, EE.UU. incluído (recordemos a Madof). No son hombres de negocios, son delincuentes, estafadores.
La UE es el mayor timo que se ha hecho nunca. Aquí nos metieron estos estafadores, incluidos nuestros políticos, nos vendieron por cuatro duros para forrarse ellos y convertirnos en un protectorado económico de la "Gran Alemania" ya ni tan siquiera de la UE. Y así estamos ahora, nos bajan los sueldos, nos recortan los derechos, nos aumentan la edad de jubilación y con 5 millones de parados. Y todo porque nuestros estúpidos políticos supieron explotar muy bien el sentir de inferioridad generalizado que posee todo el pueblo español, el ferviente deseo de las masas de desear ser lo que nunca se ha sido y nuca se será, europeo, porque alguien nos ha dicho que lo que siempre hemos sido y nos generó la mayor época de gloria de nuestra nación es malo, español. Nuestros enemigos lo han sabido hacer, para destruirnos como potencia hegemónica se inventaron que sus sistemas eran los buenos y el nuestro el malo, lo peor que nos lo creimos... Parecería que un Imperio de cuatro siglos de duración y todo un continente de extensión sería razón más que suficiente para pensar lo contrario, pues parece que no es así...
Nos quieren destruir como nación y como pueblo. La cultura relativista “del todo da igual” campa a sus anchas por España, ya no hay firmes valores en los que edificar una vida. Los separatistas pretenden desmembrar España. No se respeta la autoridad ni el orden natural de las cosas. El egoísmo, uno de los pecados capitales, se ha transformado en uno de los valores capitales de nuestra sociedad. La inmigración musulmana nos vuelve a invadir, poco a poco van haciéndose con nuestros barrios y ciudades, van imponiéndonos, a nosotros, en nuestro propio país, su cultura y religión. Todo en nombre de la democracia, porque los españoles somos más demócratas que nadie, por si aun no os habiais enterado, una democracia alzada a los altares y sustituta del verdadero Dios, una democracia que lo único que hace es ofrecer a los enemigos de nuestro pais las herramientas adecuadas para destruirlo. Una democracia impuesta, extraña al ser español, un sistema que no va con nuestra forma de ser. Todo en nombre de una libertad mal entendida. Llegaron los enemigos del pueblo español, franceses e ingleses, y nos quisieron “hacer libres” y pretendieron enseñarnos cómo se construía una nación. Esto cuando hacía ya siglos que nosotros eramos libres porque teníamos unas Cortes y unos fueros, cuando ya eramos una nación pues teníamos un idioma en común, una religión y un Rey. ¿Qué es lo que entonces ellos nos trajeron? El liberalismo. El gran mal de nuestro tiempo. Con el liberalismo llegó el capitalismo, el comunismo (reacción a éste), el nacionalismo y la democracia, todos subproductos del liberalismo, o mejor dicho, el liberalismo aplicado a distintas categorías de la vida. Hablas en contra y te dan con la Declaración de los Derechos Humanos en las narices como mayor logro del liberalismo... Declaración de 1945, cuando la Iglesia Católica y el Cristianismo que los españoles profesamos desde hace siglos ya reconocía y protegía la dignidad y vida humana 2.000 años antes. ¿Y es el liberalismo y la democracia quienes los descubren?
Democracias... democracias que no son tales, más bien habría que hablar de plutocracias. Que exista un reconocimiento de los derechos humanos e individuales en cada Constitución no significa que tengas, realmente, derecho a ellos. Sólo tienes los derechos que te puedas pagar. Que digan a los 5 millones de parados españoles si realmente tienen derecho al trabajo. Estas plutocracias han permanecido domesticadas y temerosas mientras el comunismo y la URSS rugían por el mundo pero ahora... estafadores y políticos, muy democráticos eso si, lo único que hacen es robarle al pueblo el esfuerzo de su trabajo.
¿Quién tiene la culpa de todo esto? Nuestros políticos que responden a otros intereses que no son el interés general de todos los españoles. Una anécdota, una encuesta realizada últimamente en España indica que el 80% de los españoles señalan a los políticos como el tercer problema de España. Hablamos de ellos como "clase política", pero ¿no estamos en una democracia? ¿no son servidores del pueblo? ¿Porque entonces son una clase, una casta que monopoliza el poder del Estado?
Antes de que vinieran franceses e ingleses listillos a decirnos lo que estaba bien y lo que era libertad, nuestro sistema, el sistema de la sociedad española de ambos hemisferios, se basaba en cuatro pilares fundamentales que durante siglos produjo excelentes resultados: Dios, Patria, Fueros, y Rey. El liberalismo vino a echar abajo esto. Se ha hablado de la masonería y de que a ella pertenecían los principales "héroes" independentistas de la Hispanidad. No es de extrañar, la masonería es la primera manifestación del liberalismo, los primeros liberales fueron los "héroes" de la revolución francesa.
Choque de Civlizaciones de Samuel P. Huntington es un libro imprescindible y fundamental para entender el mundo de nuestros días. Huntington habla de las distintas civilizaciones del mundo e introduce a España dentro de la Occidental junto al resto de Europa y Norteamérica. Pero esto algo que yo no termino de encajar. De hecho, el propio autor reconoce que España podría haberse postulado como el Estado central en torno al cual podría haberse articulado la civilización hispanoamericana (latinoamericana dice él), actualmente a la deriva y sin rumbo. Pero y como ya he dicho anteriormente, nuestro audaz complejo de inferioridad nos impulsó a ser lo que no somos, europeos, y querer dejar de ser lo que somos, españoles. Quizá por ello España sea un pais fracturado, fruto de dos tendencias opuestas que tiran hacia dos direcciones opuestas también: un tradicionalismo más español y un "modernismo" más europeo. Pero, y como ya ha demostrado China, la modernización no significa occidentalización, liberalismo ni democracia, sólo desarrollo tecnológico y económico. Tenemos todos estos problemas por haber aceptado un sistema y unos principios que no son los nuestros ni son consustanciales al espíritu de los españoles de ambos hemisferios: el liberalismo. Nuestro sistema, basado en los cuatro pilares anteriormente mencionados, nos permitía hablar de España, o más bien de las Españas, como un todo plural, rico y heterogéneo, y los españoles de ambos hemisferios poseían leyes o fueros diferentes porque la monarquía respetaba sus particularidades. Pero formaban un todo porque todos tenían en común una Patria, un Rey, una religión y un idioma. El liberalismo transformado en nacionalismo vino a acabar con todo ello.
Huntington dice en su obra que, tras la caída de la URSS y el final de la guerra fría, la civilazación Occidental, lejos de haberse hecho universal, ha entrado en decadencia y el mundo se ha vuelto multipolar. Los pueblos sufren una crisis de identidad excitada por el vacío de poder dejado por la política de bloques (ya no son comunistas o miembros del mundo libre, ¿qué son entonces?) y se preguntan quiénes son y hacia donde van. La respuesta siempre es invariable, todos acuden a su acerbo cultural y sus valores básicos civilizacionales mientras los diversos estados se agrupan entre ellos en torno a estos valores creando uno de los diversos polos que ya he mencionado. Los españoles de ambos hemisferios también nos lo preguntamos. Debemos ser conscientes de que el actual sistema con el que vivimos ha fracasado y toca a su fin, debemos ser conscientes, hoy más que nunca nunca, de lo que nos une y de nuestros valores en común que nos definen y nos alzan al rango de civilización en este mundo multipolar y multicivilizacional. Debemos ser conscientes de todo ello bajo el riesgo inminente de desaparecer como pueblo, como nación y como civilización engullidos por otra más activa.